La semana pasada descubrí casi sin querer el verdadero sentido de la palabra fundamentalismo, y para mi sorpresa no requerí de encontrarme con alguien en turbante o en burka (no se si se escriba así) sino que por el contrario a todas mis débiles creencias al respecto, la imagen viva del fundamentalismo en este caso casero resulto ser mi esposa.
Resulta que por asares del destino y gracias a la intervención divina, contaba yo con un ingreso extra el cual dada mi reputación de derrochador, tenia ya yo destinado.
Habían visto mis ojos asombrados, un aparato fenónemal que englobaba en pequeño tamaño tres o mas aparatos a la vez, (palm, teléfono celular y cámara de video) ante tan asombroso descubrimiento mi primera intención fué la de "AHORRAR" para poderme hacr con tan valioso instrumento.
La llegada al hogar del ya mencionado "extra" resulto para mi un aliciente y decidí presto a comprar mi aparatito.
Onde me topo con que mi esposa se entera de tan perfectos planes y pronta y decidida, me enseña una lista interminable de desperfectos y necesidades ampremiantes de la casa, por lo que ante tal panorama me urgía a suspender mi valiosa adquisisción.
NOOOOOO esa fué toda mi respuesta, lo demás lo dejo a su imaginación bajo el marco de mi título fundamentalismo casero, solo vabe mencionar que desde entonces duermo en el sofá de la sala de TV y cuando tengo suerte como hot dogs o mejor aún sopa Maruchan.
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2 comments:
jajaja... El matrimonio es la esclavitud no escrita... Ahora tienes que ponerte al tiro para que Karla no se entere de esta dirección y de tus quejas hacia el mundo virtual...jejeje
jajajajajaja bueno creo que eso quiere decir que te compraste tu aparatito jajajaja es la primera vez que entro a tu blog buen post que risa jajjajajja
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